jueves, 18 de septiembre de 2008

Ojos Bonitos


Decir que estos ojos son bonitos es quedarse corto, pequeña

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Un Sol entre bonitas nubes.

Tengan ustedes muy buenos días, leidis y llentelmanes.
Empezaré este post contándoos que estuve de viaje hace poquito. El jueves pasado tuve la suerte de poder escaparme a Donosti acompañado por la que me despierta a base de besos por la mañana (que es la misma que la que me lleva al reino de los sueños a base de abrazos por la noche). 'Pequeña' nunca estuvo antes en S.Sebastian y ha tenido la desgracia de tenerme a mí como guía (y yo la suerte de tenerla a ella localizando en cada instante dónde estaba el mar). Recorrimos la ciudad de izquierda a derecha y viceversa bajo un techo de bonitas nubes grises y espesas que, implacables, han descargado agua sobre nuestras cabezas los cuatro días que allí estuvimos. Nos hospedamos en un hotel a los pies del Monte Igueldo y a treinta segundos de la playa de Ondarreta, separada de la de la Concha por un pequeño cabo. El mar del norte, más bonito que nunca (adornado por los tres colores que reinan tus ojos) nos regalaba olorosas olas altas y elegantes. Comimos de todo y todo rico, bebimos de casi todo y todo divertido. Partimos hacia Francia el sábado para poder ver Biarritz y buscar un poco de Sol. Es un pequeño pueblo costero a muy pocos kilómetros de la frontera con España que aconsejo visitar. Vimos de manera fugaz Hondarribia y rodamos por la carretera que bordea la costa de Euskadi dejando a nuestra derecha el mar... y a nuestras espaldas cualquier tipo de preocupación.
Muchas gracias, pequeña, por haberte compartido conmigo, por hacerme reír, estremecer, olvidar... por hacerme descubrir... por hacerme en general... por ti y por todo y por hacerme soñar.

P.D. Ayer estuve viendo a Miguel Bosé (yo en mi línea, que ya me sabéis fan de Mecano, etc) en las fiestas de Fuenlabrada y, oigan, pedazo de concierto gratuíto que se marcó este pedazo de gentleman. Se sobró y nos dió momentos memorables. Un tío grande este Miguel.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Día

Me despierta la luz del amanecer. Me activo poco a poco al compás de la lenta caricia que tus dedos me regalan. Me hago consciente a medida que siento tu pequeña respiración en mi cuello y tus latidos en mi espalda. Y se empieza a tensar el lazo que une mi boca a la tuya.
'Dentro' se expande esférico buscándote, como ansia granate ávida de tu choque, obligándome a respirar tan rápido que casi duele, como duele sentirme limitado por los escasos cinco sentidos que sólo me permiten disfrutarte la enésima parte de lo que quisiera.
'Fuera' encoge hasta que se desvanecen las esquinas, los rincones, lo vivo y lo muerto. Se hace tan pequeño que deja de existir para dar cabida a lo que quiere emerger de la parte más abstracta de lo que soy en mí.
Y alimentándome de tu sonrisa me convierto en el elegante desprecio a un Cronos moribundo que se tambalea desde su dimensión, ésa que hoy se me antoja tan remota como falaz.
Me duerme el sonido del silencio. Voy cayendo poco a poco en la paz de tu abrazo, nuestras frentes enfrentadas, adivinándome tan exento de mal gracias a tu mirada... A tu mirada, gracias.