lunes, 29 de diciembre de 2008

Faltan dos días

Cuando echo la mirada atrás (con ése ojo que muevo independiéntemente del otro) para hacer balance de este año, se me dibuja una sonrisita tontorrona en la cara. Balance: me ha ido bien. Muy bien. He hecho lo que me ha venido en gana. Digamos que he vuelto a encontrar las ganas. Ganamos sin pensar que hace un tiempo perdimos... ¿perdimos?... Yo no perdí, si no que hubo momentos en los que no gané.
Ahora me meteré en la cama y esa sonrisa seguirá donde comenzó. Porque mañana me dan vacaciones, porque mi conciencia está en paz, porque mi almohada huele a ti, porque mi edredón también, porque acabo de leer tu mensaje y porque empezaré el próximo año besándote y lo continuaré bailando hasta el dolor acompañado de las piezas que conforman este puzle que soy yo mismo. Y no voy a parar de reír... y por eso voy a empezar el 2009 con la misma sonrisa tontorrona con la que acabaré el 2008.
Amén... y que Tiga nos bendiga.
Lo único malo... que esta noche no duermas apoyada en mi hombro.