martes, 4 de marzo de 2008

Planetas

Hay algo que me encadena a ese torbellino de colores que me habla sin palabras. Pierdo mi mirada en ellos olvidándome de todo lo demás, queriendo recorrerlos matiz a matiz. Huracán, inevitable punto fijo dueño de una geometría vertiginosa, de un centro de gravedad que engulle los segundos que respiran los relojes dormidos. Que abanica la cinética de mis pupilas, las contrae y las dilata... y las doma como a un león.
Me arrancan de las blandas azoteas que sustentan mi camino, de las grises panorámicas que agrietan las paredes cubiertas polvo. Buen viaje, de vuelta del fin del túnel ciego.

No hay comentarios: